Historia

Pintura y esculturas de Miramar

La pintura tiene su máximo exponente en Gui­llermo Trejos Cob, quien ha realizado numerosas exposiciones en distintos lugares. También han destacado Ana I. Paniagua y Marcos Murillo. 

Cabe destacar la obra de Manuel A. González Cortes, en el campo de la escultura, ya que, a pesar de no contar con estudios especializados ni herramientas adecuadas, ha sabido realizar valiosas obras que hoy se pueden apreciar en distintos lugares e instituciones del país. 

Las personas que tienen el gusto de conocer a don Manuel, saben de su calidez humana y el talento que posee, pero muchos no conocen la historia de dónde nace su inspiración por el arte. Según expresa don Manuel el trabajo diario de aquel tiempo eran labores agrícolas, limpieza de potreros, trabajos de ganadería, todo era rutinario, acostumbrados a servirles a los ricos y las personas no pensaban en cómo hacer algo diferente para superarse y salir de la pobreza. 

Un día, él se sentó bajo una planta de veranera que tenía en su patio a reflexionar y meditar como mejorar su situación y expresa que empezó a observar unos bejucos que tenía la planta y de ahí sintió la inspiración como caída del cielo, de realizar una silla, e inmediatamente buscó un cuchillo y empezó a buscar en la montaña bejucos adecuados para confeccionar sillas, con esto logró superarse ya que podía multiplicar el salario al venderlas y de esta manera, sacar adelante a su familia.

Luego, indica don Manuel, que de las raíces de esas sillas él empezó a notar que tenían ciertas figuras y en ese momento surgió la idea de hacer tallas en madera, buscó un tronco y realizó su primera escultura que fue una mujer, cuenta que se la compró un señor llamado don Rodrigo Lobo en 40 colones, lo cual él agradeció mucho ese gesto ya que fue una motivación para seguir adelante confeccionando esculturas.

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