Historia

Características fisico-geograficas

ASPECTOS FISICO-GEOGRAFICOS

Aspecto físico

Situada en la parte norte de la Provincia de Puntarenas, el Cantón de Montes de Oro, se halla limitado en la siguiente forma: por el norte el Cantón de San Ramón de la Provincia de Alajuela, sirviendo de divisoria la cumbre de la Cordillera de Tilarán que se extiende hasta esta región; por el sur el Cantón Central de Puntarenas; por el este el Cantón de Espar­ta y por el oeste el Cantón Central de Puntarenas, teniendo como línea divisoria el río Aranjuez.
La situación tan especial en que se halla ubicado ha permitido que tanto la vida que se desarrolla como las actividades que se emprenden, se vean favorecidas por agentes atmosféricos, en lo que a agricultura, industria y comercio se refiere y por agentes sociales en los que a vida y costumbres atañe.
La extensión del Cantón, poco más de 244 kms. cuadrados, proporciona el marco en que la población residente, que fluctúa alrededor de 8.600 habitantes (según proyección a 1988), pueda desarrollar en forma más o menos intensiva, actividades agrícolas, indus­triales y comerciales que proporcionan una vida muy activa a la comunidad.
Su territorio, que se inicia al norte con marcadas pendientes, desciende desde la cumbre de la cordille­ra de Tilarán, parte de lo que antiguamente se conoció como la Sierra de las Minas, hasta alcanzar una for­mación de llanura que si bien tiene algunas zonas quebradas, en la parte sur es predominantemente llana.
Esta configuración permite que los nos y algu­nos riachuelos, como el Aranjuez que es el principal y más caudaloso de la región, el río Seco, el Ciruelas y el Naranjo, tributen sobre el Golfo de Nicoya con suavidad, mientras que en su cauce alto sean turbu­lentos.
El clima del Cantón es variable y sus cambios se deben a las influencias de la cordillera, de los accidentes del terreno y de las brisas marinas que con facilidad ascienden desde el océano.

Clima

En este aspecto, el Cantón de Montes de Oro forma parte de la región denominada Pacífico Cen­tral, el cual presenta características muy propias en cuanto al clima, tanto por la influencia de los vientos alisios o del noreste, como por la proximidad del mar y por el régimen de lluvias.
Influye en el clima también la altitud, que en los lugares más altos del norte sobrepasa los 1.500 metros sobre el nivel del mar (MSNM), pero que en el centro del Distrito Unión alcanza los 620 msnm; en Miramar llega a 340, y en San Isidro es de sólo 150, aunque la temperatura es normalmente poco más baja que lo correspondiente a esos valores, debido principalmente­ a los vientos del norte. (Comis. Divis. Pol. yAdm.)
Por su diferenciación geográfica, el Cantón pre­senta distintos microclimas, lo cual crea condiciones propicias para el desarrollo de cultivos diversos, de gran importancia para la economía cantonal. (Fallas)
En cuanto al clima, condicionado según se dijo, por distintos factores como los vientos y las lluvias, oscila entre los 20 y los 28 grados centígrados, por lo que generalmente se le asigna una temperatura pro­ medio de 27 grados, aunque en la parte norte baja mucho más. Estas condiciones, sumada a la proximi­dad al Océano Pacífico, determina que el clima de Montes de Oro sea tropical lluvioso, de acuerdo con la caracterización que generalmente se formula.

Luvias

Toda la región del Pacífico Seco, que abarca las Provincias de Puntarenas y Guanacaste, y con aquélla el Cantón Montes de Oro, tiene un régimen de lluvias bien definido, con precipitaciones moderadas de ma­yo a noviembre pero más intensas entre septiembre y octubre; y carente de lluvias entre diciembre y abril, siendo enero, febrero y marzo los meses más secos.
Cuenta con dos estaciones claramente definidas: la seca, que comienza en diciembre y se extiende hasta abril, y la lluviosa, que se extiende desde mayo hasta noviembre, con una precipitación anual prome­dio de 2.500 mm. a 3.500 mm. En los meses de septiembre y octubre, la precipitación promedio men­sual alcanza los 5.000 mm.
Propiamente el Cantón de Montes de Oro, según datos del Servicio Meteorológico Nacional, presenta una precipitación acorde con la situación general del Pacífico Seco, de manera que, en términos generales, los meses de mayor intensidad en cuanto a lluvias son agosto, septiembre y octubre, después de los cuales se inicia la estación seca, en que destacan enero, febrero y marzo como los más secos. (Instituto Meteorológico.)
En la estación lluviosa, la lluvia cae en horas de la tarde o de la noche. No obstante, en los meses de septiembre y octubre, con frecuencia se presentan temporales, con precipitaciones constantes y fuertes.
Además, esta zona no escapa al fenómeno cono­cido como veranillo de San Juan:
«Hacia la mitad del año, viene una interrup­ción en la regularidad de las lluvias en la vertiente del Pacífico Seco en la América Central. Por coin­cidir en algunos años, aproximadamente con el día de San Juan Bautista, el 21 de junio, se ha dado a este descanso pluvial, el nombre de «Veranillo de San Juan.» (Quirós Amador).

Vientos

Los vientos que azotan la zona de Montes de Oro, son los llamados alisios o vientos del noroeste, razón por la que probablemente se conocen con la denominación de nortes.
Propiamente en enero y febrero soplan muy fuertes, afectando la economía, por cuanto perjudican la cosecha de frutales, entre ellos el aguacate, que constituyen una importante fuente de ingresos fami­liares y que en esa época tiene la fruta muy pequeña, incapaz de resistir.
Durante la época de vientos, se generaliza una temperatura moderada, y la brisa impide grandes variaciones en la misma.
De todo lo anterior se desprende, que tanto las lluvias como los vientos, coadyuvan a mantener una temperatura más o menos equilibrada durante todo el año, lo que favorece especialmente el turismo que vista la región.

ESTRUCTURA GEOLOGICA, RELIEVE Y SUELOS

Desde el punto de vista geológico, el Cantón de Montes de Oro está constituido por materiales de los períodos Terciario y Cuaternario, aunque predominan las rocas volcánicas del primero de esos períodos, con una edad que probablemente se acerque a los nueve millones de años. (Gob.C.R.OEA)
Conforme lo describe Eduardo Chinchilla V. en su «Atlas Cantonal»;
«Del período Terciario se encuentran rocas de origen volcánico e intrusivo. Las volcánicas de la época Mioceno corresponden al Grupo y a la Formación Monteverde. El Grupo Aguacate está compuesto principalmente por coladas de andesita y basalto, aglomerados, brechas y tobas; se ubica al norte y sur del cerro Pan de Azúcar; lo mismo entre el sector aledaño al poblado San Miguelito y el área al este del de Laguna, y de este último hasta el poblado Ciruelas; la formación Monteverde está constituida por lavas y tobas andesíticas, tobas riodasíticas, cubiertas por suelos lateríticos que se localizan en el cerro Zapotal. La rocas intrusivas de la época Plioceno Pleistoceno pertenecen a los intrusivos adamelliticos de Guacimal, ubicados al norte del Cantón, aledaño a los poblados San Buenaventura y Ventana». (Chinchilla)
En cuanto a los materiales del período Cuater­nario, en las márgenes del rio Seco y en el sector aledaño a la carretera que conduce de Miramar a Laguna se han encontrado rocas de origen sedimen­tario, de la época Holoceno y que corresponden a depósitos fluviales y coluviales. (Id)
En lo relativo a su aspecto físico, el Cantón de Montes de Oro presenta dos unidades geomórficas, una de las cuales es de origen volcánico y otra de sedimentación aluvial.
La unidad de origen volcánico está formada por lomeríos de fuerte pendiente a partir de la Sierra Minera de Tilarán. Se ubica al norte del Cantón, a partir del sector entre el cerro Pan de Azúcar y las lomas de Castro, y entre los poblados Rio Seco y Cuatro Cruces, lo mismo que entre el sitio Ojochal y el poblado San Miguelito.
Esta unidad se caracteriza por tener un relieve fuerte en toda su extensión y presentar numerosas lomas con pendientes cercanas a los 30 grados. Los valles son generalmente angostos, lo mismo que las cimas, las cuales son además redondeadas.
La unidad de sedimentación aluvial se divide en dos subunidades, la primera de las cuales, caracteri­zada por restos de superficies planas originados por corrientes de lodo, se extiende desde Miramar hasta el poblado Santa Rosa, y entre las proximidades del poblado Zagala Vieja, hasta el sector sureste del mis­mo poblado. Ocupa la parte alta de terrenos con superficie plana, situados a unos 200 metros sobre el nivel del mar, con una pendiente muy suave.
Esta subunidad en algún tiempo fue divida por la erosión del Rio Seco. Los ríos que la cortan forman laderas suavemente convexas que se convierten en verticales al encontrar materiales más resistentes. Los fragmentos originados en los montes del Aguacate tienen gran cantidad de cuarzo y basalto.
La otra subunidad de sedimentación aluvial, caracterizada como llanura aluvial de Pitahaya Cho­mes, se halla al suroeste del Cantón, entre el poblado Ciruelas y finca Naranjo, próxima al límite cantonal, donde su pendiente es menor de un grado. Los ríos que la cortan se hallan a unos tres metros abajo de la superficie.
Esta subunidad se compone de fracciones tam­bién volcánicas pero finas, del tipo de limos, arcillas y arena; su origen se debe al aporte de los ríos Seco y Ciruelas. «Al principio, el relleno se inició dentro del Golfo de Nicoya a manera de pequeños deltas que poco a poco frieron emergiendo y uniéndose unos a otros, hasta que todos los materiales traídos eran depositados estrictamente en un ambiente continen­tal». (Id)
En general, toda el área del Cantón constituye una zona de mineralización aurífera, con sulfuros de hierro, zinc y cobre, en tanto que en el sector norte, se encuentran vetas de oro y plata, algunas en explo­tación.
En resumen, puede decirse que la topografía de Montes de Oro es accidentada, con partes planas cerca al Golfo de Nicoya, con promedios de elevación de 40 metros sobre el nivel del mar y áreas de altura, influencia de la cordillera de Tilarán, de 1.600 metros sobre el nivel del mar.
De igual manera, en cuanto a los suelos, la zona presenta un área plana para la utilización de bosque y en menor grado para cultivos permanentes de tipo semibosque, ganadería y fruticultura y café. Entre Miramar y San Isidro el terreno presenta una vocación diferente, pues se considera apta para todo tipo de uso. (Fallas)

HIDROGRAFIA

Características

Las tierras del Cantón de Montes de Oro son recorridas por numerosos ríos y quebradas, que aun cuando, con pocas excepciones, no tengan un importancia destacada en la hidrografía general de Costa Rica, en el contexto del Cantón juegan un papel destacado, ya sea por su función política administra­tiva (límites), ya sea por su significado histórico o por la utilidad que proporcionan a la población.
Generalmente se citan, en los estudios hidrográ­ficos que comprenden esta zona, únicamente tres ríos importantes: Aranjuez, Seco y Naranjo.
Una de las características principales de la hi­drografía de Montes de Oro, es que los ríos transcu­rren por cuencas poco profundas, sus caudales son medianos y sus recorridos muy accidentados. Ade­más, todos, excepto el río Naranjo, nacen al norte del Cantón y aprovechan el declive de la zona, son ali­mentados por numerosas quebradas, y llegan al océa­no Pacífico con un caudal importante.

Principales ríos y quebradas

Los ríos que bañan y recorren el Cantón, de acuerdo con el orden de su importancia son los si­guientes:

Río Aranjuez

Nace al norte del Cantón Montes de Oro en la fila de Cedral y las montañas de Arancibia; a una altura de 1.500 metros. Sirve de límite entre los can­tones Montes de Oro y el Central de Puntarenas, hasta donde corta la vereda Bonilla por el lugar llamado el Brillante, a orillas de la carretera Interamericana.
Lo forman en su nacimiento las quebradas Pie­dras Negras, Azufrada, Cedral, Honda, Colorada, las Vueltas, Jesús y Tirrases. Durante su curso se ve alimentado por ríos menores, entre los que se hallan el río Veracruz y su afluente la quebrada Chanchera. También se le unen otras quebradas pequeñas, como Espavelar, Estrella, los Herrera y Oriente, además del río Aranjuecito.
Cuando pasa por el caserío Bajo Caliente, Distrito La Unión, deja notar su caudal y sigue con un cauce más o menos profundo hasta acercarse a El Brillante; luego continúa por una explanada, donde se abre en muchas ramificaciones que son aprovechadas para la irrigación de cultivos, propiamente en las poblaciones denomina­ das Aranjuez y Pitahaya. Desemboca en el Estero de Puntarenas. (hist. Geogr. NaL)

Río Seco

Nace al norte del Cantón de Montes de Oro en las montañas de Zapotal, caserío del Distrito Primero, Miramar, a una altura de 1.400 metros. En su naci­miento no recibe ningún afluente. Al sur, al pasar por el poblado Unión, recibe la quebrada Los Machos, en el punto donde, hace algún tiempo, este rio movía las maquinarias de la importante mina de oro también llamada La Unión.
Más al sur recibe la Quebrada Chocolate, luego la Quebrada Zamora y la Quebrada Cabuyal, para después continuar hasta su desembocadura en el es­tero de Puntarenas. Durante el invierno es bastante caudaloso, pero en el verano se nota muy seco, de ahí su nombre. En general, actualmente su caudal es poco, debido a la deforestación que han sufrido las montañas ubicadas entre los distritos de Miramar y La Unión. (Id)

Río Ciruelas

Nace en el cerro Zapotal, al norte del Cantón, a una altura de 1.500 metros. En su nacimiento presenta características semejantes a las del río Seco, o sea, no tiene afluentes.
A la altura de la mina Bella Vista recibe la quebrada la Plata; luego toma rumbo noroeste y reci­be al río la Rastra, cerca del lugar conocido como el Paso a Pavones. Cruza la Carretera Interamericana en la población llamada Ciruelas, a la cual precisamente dio origen. De ahí en adelante no recibe más afluentes hasta desembocar en el mismo Estero de Puntarenas.
Es el río que pasa más cerca del cuadrante del Distrito Primero y lo bordea tanto por el norte como por el oeste. A través de la historia ha tenido una especial importancia económica no sólo para el Can­tón, sino para la Provincia, pues, alrededor de 1909 su corriente movía los generadores que proporcionaban energía eléctrica a Puntarenas. Actualmente se con­serva el embalse que servía para represar el agua. Más tarde, este mismo río también movió la planta que abastecía de electricidad a Miramar y la destruyó en una creciente registrada en 1950.
Durante todo el tiempo ha movido la maquinaria de la mina Bella Vista. Asimismo, dio origen a la fundación del caserío Ciruelas, y en el verano, debido a la limpieza de sus aguas, permite que se formen las tradicionales pozas, que sirven de atractivo turístico. (Id)

Río Naranjo

Nace en las faldas del cerro Zapotal al noroeste de Miramar, a una altura de 1.200 metros. Durante gran parte de su recorrido, no recibe ningún afluente hasta la altura de 200 metros donde, después de haber pasado por el caserío la Isla, propiamente en uno de los puntos del límite entre los distritos de Miramar y San Isidro, recibe la quebrada las Huacas. Es interesante señalar que este caserío ha adoptado ese nom­bre, por que se halla rodeado por los ríos Naranjo y Naranjito.
Precisamente poco más al sur recibe su principal afluente, el río Naranjito. Continúa, y a la altura de 107 metros, recibe las quebradas Agua Buena y Chin­chilla y el río Tiocinto, el cual nace en el cerro la Mina y marca parte del límite entre los cantones Montes de Oro y Esparza, a una altura de 300 metros. Aquí el río Naranjo pierde su nombre y adopta el de Tiocinto. Por el sureste, en la región de Santa Rosa, recibe las quebradas Ugalde y el Tigre. Continúa su curso y al cruzar la carretera Interamericana, deja de llamarse Tiocinto para retomar el nombre original de río Na­ranjo y desembocar con ese nombre en el estero de Puntarenas. (Id.)

Río Jabonal

Nace al norte del caserío Jabonal, Distrito Zapotal del Cantón de San Ramón, Provincia de Alajuela, a una altura de 1.350 metros.
Su importancia dentro del Cantón radica en el hecho que gran parte de su recorrido sirve de límite entre las Provincias de Puntarenas y Alajuela, lo cual implica que su margen izquierda se halle dentro de Montes de Oro. (Id.) .

Río Naranjito

Nace en las lomas de Castro, a una altura de 900 metros. Recibe la quebrada Bagazal; atraviesa los cerros de Ojochal, caserío del Distrito de Miramar; más al sur, a una altura de 200 metros, recorre junto con el río Naranjo el caserío la Isla. Aproximadamen­te dos kilómetros más al sur, se une al río Naranjo y aquí pierde definitivamente su nombre. (Idem)

Quebrada El Palo

Nace entre los cerros Pelado y Pan de Azúcar, al sur de Cabuyal, caserío de Miramar a una altura de 450 metros. Recibe, durante su curso, las quebradas Zahinos y Salitral. Sale del Cantón Montes de Oro con ese nombre para desembocar en el estero de Puntarenas.
A pesar de no estar considerada como un río y no dársele gran importancia en cuanto a su caudal, sí la tiene en el orden político administrativo, porque a lo largo de todo su curso, sirve de límite entre Montes de Oro y el Cantón Central de Puntarenas. (Idem)
En resumen, el sistema hidrográfico del Cantón de Montes de Oro corresponde a la vertiente del Pacífico y pertenece a la cuenca de los ríos Barranca y Abangares. Esta última es drenada por Jos ríos Aranjuez, Seco, Ciruelas y Naranjo, éste último con sus afluentes los ríos Tiocinto, Naranjito y San Mi­guel, los cuales nacen en el Cantón, en las laderas de la Sierra Minera de Triarán y fluyen de noreste a suroeste. Los ríos Aranjuez y San Miguel son límites con el Cantón de Puntarenas y el rio Tiocinto lo es con Esparza. (Chinchilla)
La cuenca del rio Barranca es irrigada por los ríos Guatuso y Jabonal. El Guatuso recibe las quebra­das Honda y Arrieta, y el Jabonal la quebrada Mela. Excepto el Guatuso, los demás nacen en el Cantón y sus corrientes corren de noroeste a sureste y de norte a sur. El rio Jabonal forma límite con San Ramón, Provincia de Alajuela, y el rio Guatuso y la quebrada Honda son limite con Esparza. (Idem)

VIDA SILVESTRE

El Cantón de Montes de Oro por tener, como ya se señaló, un clima tropical lluvioso y ofrecer una temperatura promedio de 27 grados centígrados, con dos estaciones bien definidas, presenta características muy particulares en cuanto a flora y fauna. El clima de la región hace suponer que ambas, flora y fauna, fueron muy abundantes cuando no había intervenido la mano del hombre.

Vegetación

La región que comprende al Cantón de Montes de Oro puede ubicarse dentro de lo que se conoce como bosque tropical seco, aunque existen también muchas variedades de árboles que pertenecen a otros tipos de bosques, en especial a los mixtos. Esa diver­sidad de flora es motivada definitivamente por el factor climático.
Cuando llegaron los conquistadores españoles, el paisaje había sido alterado por la intervención humana, pues se encontraron algunas zonas defores­tadas que adquirieron el nombre de sabanas. ¿A quie­nes debe atribuirse esa temprana deforestación? «Fue­ron los Chorotegas los que posiblemente alteraron el paisaje natural de la región, comunicándole una ca­racterística que todavía se conserva.» (Meléndez)
Como se sabe, los Chorotegas cultivaban el maíz y para poder sembrarlo, primero limpiaban el terreno, quemando toda la maleza; además, para facilitar la caza de algunos animales, también daban fuego al monte con lo que lógicamente provocaba que los animales salieran y se expusieran a la caza.
Con todo, la alteración del paisaje por los Chorotegas más seguramente se dio en las partes planas que son las que conservan esa característica. En las partes altas, donde el hombre no ha podido asentarse y solamente ha penetrado eventualmente, se conservan bosques que aunque pequeños, no presentan ras­tros de alteraciones humanas.
En abono de esta tesis puede citarse lo que comentó John Hale en relación con la vegetación que observó a mediados del siglo XIX, cuando recorrió la región que hoy corresponde a Montes de Oro:
«Los árboles eran tan tupidos que oscurecían el sendero y las ramas estaban tan bajas que había necesidad de mantener la cabeza constantemente agachada, para no pegar en ellas.» (Stephens, P-86)
La enorme riqueza de la vegetación y la variedad silvícola que se ha dado y se da en la región, se ilustra con una breve revista de algunas plantas característi­cas del lugar:

Otros árboles y arbustos que también se encuen­tran en la zona son: marañón, naranja, mango, jocote, mamones, guayabas y aguacates. Estos últimos son muy abundantes y durante su cosecha sostienen la economía de muchas familias. Además, son muy apreciados en el ámbito nacional, por su alta calidad, considera de las mejores.
A la orilla de los arroyos se encuentra alguna vegetación de tipo Mirsinacea, como, por ejemplo, el tucuico.
En la región ocupada por la ganadería hay gran variedad de graminaceas, como el zacate de páramo, el estrella, el jaragua y el gallito.
Aunque gran parte de los bosques naturales han sido derribados para dar paso a la agricultura y a la ganadería, aún existen algunas zonas que conservan una vegetación abundante.
En algunos lugares se nota una deforestación masiva y sin control, a veces muy cerca de los naci­mientos naturales que abastecen la cañería de Miramar y San Isidro, por lo que, en un futuro no muy lejano, podría verse afectadas las fuentes de agua y se haría sentir la escasez.
También es importante hacer notar que Montes de Oro fue otrora, productor de mucha madera, gran parte de la cual fue ocupada por las compañías mine­ras para las construcciones próximas a las explotacio­nes, y para apuntalar las extensas redes de túneles. Asimismo, grandes cantidades de madera fueron ex­portadas hacia otros lugares.
Sobre esto, don Humberto González Cordero, quien entre otras cosas fuera prestigioso ebanista en Miramar, recordaba que:
«En tiempos de Don José Arias, cuando esta­ba por aquí la compañía de Don Serafín Centeno, se explotaron muchas maderas preciosas que eran sacadas en carreta. Eran grandes filas de carretas cargadas de madera».
Según se nota en lo anteriormente descrito, la región cuenta con una flora que ha contribuido en gran parte a la economía, sea por explotación de maderas, sea por recolección de frutas.
En la actualidad, las frutas se dan en abundancia, pero parecería que no hay políticas definidas en cuan­to a reforestación en general. Además, se dice que son frecuentes las quemas para sembrar, lo que, en opi­nión de varios agricultores, también contribuye a la deforestación. Sin embargo, estos problemas segu­ramente ya son objeto de la preocupación de la Municipalidad de Montes de Oro.

Fauna

Tanto la espesa vegetación que la región de Mon­tes de Oro ha poseído, como el clima especialmente favorable, han propiciado una fauna abundante.
Quienes conocieron esta región cuando era selva un tanto virgen, describen así la situación que se presentaba:
«El ruido de las cigarras que nos venía acom­pañando desde que llegamos al Monte del Agua­ cate, se hizo espantoso. Muy pronto familias de monos que andaban pesadamente en las copas de los árboles, perturbaron a estos bulliciosos mora­dores de las selvas, haciéndolas caer sobre nosotros en tan numerosos enjambres que teníamos que ahuyentarlas con el sombrero…
«Después de comer (en las cercanías del Aranjuez), llevé las muías a un arroyo en cuyas márgenes había manchas de césped fresco. Estando sentado allí volaron sobre mi cabeza dos pavos salvajes…
«No tardé en ver dos venados juntos y a tiro de bala rasa… en el término de una hora vi tal vez una docena… A medida que avanzaba la tarde era mayor el número de venados y estoy seguro de poder decir que vi cincuenta o sesenta, muchos de ellos a tiro de rifle». (Stephens, p.87-90).
Los anteriores pasajes proporciona una idea de algunas de las abundantes especies que existían, en esa época, al amparo de selva. Desde los tiempos de los Chorotegas y los Huetares se conocían numerosas y muy variadas especies, diseminadas por todo el territorio propio del actual Cantón y de los lugares vecinos, por lo que es muy difícil formular clasificaciones zoogeográficas.
Especial referencia merece un espécimen de los batracios que es muy raro en el mundo y que los más viejos habitantes de Montes de Oro conocieron en abundancia, porque es oriundo de esta región. Se trata del «Sapo dorado», cuya presencia en las proximida­des de los riachuelos del norte, próximos a Arancibia, forma parte de las tradiciones locales.
Actualmente, según afirman los vecinos de esos lugares, esta interesante y rara especie aún se encuen­tra aunque en número mucho más limitado.
Han llegado hasta nuestros días muchas espe­cies que aunque tradicionalmente han sido localiza­ dos por regiones, en la zona de Montes de Oro han coexistido durante muchos años. Veteranos cazadores oromontanos que conocen perfectamente los terrenos del Cantón y los aledaños, confirman como especies existentes aún en Montes de Oro, las siguientes:

Mamíferos:

Mono aullador o congo, Mono cariblanca, Mono colorado o Mico, Zorro pelón, Zorro Isí, Venado, Jaguar o Tigre, Puma o León, Manigordo, Raposa o Tigrillo, Comadreja, Tolomuco, Martilla, Mapachín, Pizote, Zorro Hediondo, Sahíno, Danta o Tapir, Co­yote.


Roedores:
Ardilla, Taltuza, Puerco Espín, Guatuza, Tepescuintle.

Cenartros

Tejón u Oso colmenero, Perezoso, Armadillo, Oso hormiguero o real.

Reptiles:

Lagarto (esta especie existió en la zona que hoy ocupa el Ingenio El Palmar, al sur del Cantón, donde se formaban lagunas que constituían su hábitat natu­ral. Actualmente toda esa región está cultivada de caña de azúcar por lo que esta especie se ha extingui­do.)

Saurios:

Iguana, Garrobo, Lagartija, Güirriza, Cama­ león, Perro Zompopo, Gallego.

Ofidios:

Serpientes, Zopilota, Sabanera, Bequer, Coral inofensiva, Coral venenosa o Gargantilla, Cascabela muda, Terciopelo, Toboba chinga, Tamagá, Bocaracá, Lora, Mica, Toboba gata, Ranera (se alimenta de batracios), Bejuquilla.

Batracios:

Sapo, Rana.

Artrópodos:
Hay mucha cantidad y variedad de insectos, entre los más corrientes:

Mariposas, Chapulines, Vaquitas, Langostas, Juanpalos, Muía del diablo, Moscas, Zancudos (gran variedad), Comején (termitas), Papalomoyo (insecto parecido al zancudo que inocula veneno).

Avispas:
Entre otras: burú, chía, quitacalzón, correvena­ do, avispa de leche, guitarrera, trompa de chancho, ahogadora.

Aves:

Loros, Cotorras, Lapas, Tucán, Quetzal, Viudas, Pájaro bobo, Soterré, Curré, Mozotillo, Zopilote, Pa­vón, Pajuila, Cuyeo, Piapía, Agüio, Cacique, Come- maíz, Pecho amarillo, Urraca, Gavilán, Codorniz, Gallina de monte, Paloma, Pava negra, Lechuza, Oro­ péndola, Yigüirros, Tijo, Jilguero, Chicopiojo, Guaco, Martín pescador, Chorcha, Garza (su aparición en la zona se dio simultáneamente con la ganadería).

En la actualidad y principalmente en las inme­diaciones de Zapotal, Cedral, Zagala y Cabuyal se conservan muchas especies de mamíferos, predominando dantas, tepescuincles, tigres, venados y aves, que aún existen aunque sea en cantidades muy peque­ñas, amparados por los bosques de la región. En otras partes, muchas especies han desaparecido o emigra­do, a causa de la cacería incontrolada.

Copia del primer mapa que se conoce, co­rrespondiente a la región de Puntarenas, trazado por los primeros españoles que reco­rrieron el litoral Pacífico.


Artículos recomendados