Canis latrans
El coyote mide menos de 60 cm de altura, y su color varía desde el gris hasta el canela, a veces con un tinte rojizo. Las orejas y el hocico del coyote parecen largos en relación al tamaño de su cabeza. Pesa entre 10 y 25 kg, promediando 15. Puede ser identificado por su cola espesa y ancha que, a menudo, lleva cerca del suelo. Por su aspecto esbelto se puede distinguir de su pariente mayor, el lobo gris, que puede pesar de 35 a 60 kg. El coyote es un animal muy flaco, y puede parecer desnutrido a primera vista aun si goza de buena salud.
A pesar de haber sido intensamente cazados, los coyotes son unos de los pocos animales grandes que han ampliado su hábitat desde la conquista de América por los europeos. Han ocupado áreas previamente habitadas por los lobos, y se han adaptado al consumo de basura y animales domésticos.
Los coyotes son muy adaptables en diversos lugares. Su comportamiento puede variar mucho según su hábitat, pero en general viven y cazan o solos o en parejas monógamas, buscando mamíferos pequeños, especialmente musarañas, campañoles y conejos; así como pequeños insectos. Es omnívoro, y adapta su dieta a las fuentes disponibles, incluyendo frutas, hierbas y otros vegetales.
Los coyotes se emparejan de por vida. El apareamiento tiene lugar alrededor del mes de febrero, y nacen camadas de 4 a 6 cachorros sobre fines de abril o comienzos de mayo. Ambos padres y en ocasiones los ejemplares juveniles, nacidos el año anterior, que aún no abandonaron la guarida paterna ayudan a alimentar a los cachorros. A las tres semanas de edad estos salen de la guarida bajo la vigilancia de sus padres; cuando alcanzan ocho a doce semanas de edad sus padres les enseñan a cazar. Las familias permanecen juntas a lo largo del verano, pero los jóvenes parten a buscar sus propios territorios hacia el otoño. Suelen trasladarse a unas diez millas de distancia. Los jóvenes maduran sexualmente al año de edad.